¿Quién me iba a decir que empezaría una newsletter?

[Intro]

Te cuento, lebrel.

Me daba miedo comenzar una newsletter.
Sí, yo, que paso mi vida subiendo historias, haciendo reels y contando chistes, y he estado más de 10 años subiendo a YouTube un vídeo casi diario, me daba un poco de reparo la idea de mandarte correos de vez en cuando contándote mis movidas.

[Dudas legítimas y autosabotaje]

¿Será demasiado?
No quiero ser pesado con tanto correo en tu bandeja.

Pensaba…
Tonacho, un genio del márketing y un rallao.
Como si no fuera a abandonar este proyecto en 2 semanas, como cualquiera de mis series de mods de Minecraft.

Pero luego caí en algo:
una newsletter es la forma más directa de comunicarme contigo.
Sin ALGORITMOS, sin sorpresas, solo tú y yo.

Y ahí fue cuando dije:
¿Por qué no?
¿POR QUÉ NO?

Así que aquí estamos, en mi primer email.

[Lo que me flipa de esto]

Lo que me flipa de esto es que aquí puedo contarte cosas que no suelo contar en mis vídeos o redes sociales.
Historias, anécdotas u opiniones que, por alguna razón, no comparto con todo el mundo.
Ese tipo de historias que solo saldrían en una conversación de café o en un show de comedia,
pero con la diferencia de que ahora son para ti.
Y siempre en clave de comedia, que para eso estamos aquí.

Para follar y para reírnos.

[Anécdota: la señora de la botella]

Por ejemplo:
En la famosa quedada que hicimos en Callao (Madrid) (hay vídeos de esa quedada, vaya locura).

Estaba a pleno sol, hablando con la gente, sacándome fotos… y muriéndome de sed en silencio.
Bueno, muy en silencio no debería ser, porque en eso, una señora mayor (VIEJETA777) me vio y, con toda su bondad, me dijo:

—¡Ay! ¡Pobre! ¿Quieres que te traiga una botella de agua?

Le dije que no hacía falta.
PERO INSISTIÓ.
Entonces, como para convencerme, añadió:

—Si quieres, te la traigo con mi número de teléfono escrito en la etiqueta.

Ahí ya vi que la señora no solo quería hidratarme, sino también cuidarme de otras formas, así que le contesté:

—No se moleste con la botella, señora. Con el teléfono me vale.

Se rió, pero no sé si por la broma…
o porque realmente se estaba planteando darme su teléfono sin agua de por medio.

[Moraleja]

Moraleja: en la vida, hay que estar atento a las oportunidades…
y a veces merece la pena dejarlas pasar.

Y no solo se trata de contar historias.
También quiero que esto sea una forma de mantenernos en contacto más allá de las redes.
Porque, sinceramente, a veces siento que las plataformas sociales se sienten un poco… impersonales.
Un montón de gente viendo lo que subo, pero sin realmente saber quién está detrás.

¡Aquí, en esta newsletter, no hay filtros! ¡Como en mi cafetera!

[Promesa y agradecimiento]

A partir de ahora, te prometo que cada vez que tenga algo que contaros,
o si alguna vez necesitas un poco de humor absurdo para alegrarte el día,
siempre habrá algo por aquí.

Para mí, es una forma más de conectar,
de crear algo más allá de los escenarios y de las redes.

Gracias por estar aquí, de verdad.

Si te ha gustado este correo o si alguna vez tienes algo que decirme o alguna pregunta,
ya sabes dónde encontrarme.

Trataré de responderte en la medida que mi tiempo me lo permita :)

Nos vemos en el próximo email (y en los shows, claro).

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